domingo, 10 de enero de 2010

La contracción económica del año que pasó.

Ejemplo Nº 4.
Fuente: El Espectador.com
Fecha: 27 de Diciembre de 2.009
Título: La contracción económica del año que pasó.
Columnista: Salomón Kalmanovitz

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO ES indispensable para que una mayor parte de la población de cualquier país cuente con un empleo estable. Dadas otras condiciones políticas, ese empleo puede recibir un salario decente, contar con una afiliación a un servicio de salud y hacer un ahorro que cubra una pensión digna.

Es claro que la economía política de Colombia no permite que el grueso de la población disfrute de los bienes materiales y servicios que provee el crecimiento sostenido. Hoy en día, con el crecimiento desbarrancado, casi 60% de la fuerza de trabajo labora en condiciones de informalidad —ganando por debajo del salario mínimo, sin prestaciones sociales y si acaso con afiliación al sistema subsidiado de salud— y el desempleo abierto castiga al 12,8% de la fuerza de trabajo.

El informe del DANE sobre el crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue bastante malo (-0,2%) y completa cuatro trimestres de contracciones sucesivas, aunque cada vez menores. Para que tengamos nulo crecimiento durante 2009, el último trimestre debería registrar un guarismo positivo de 1,5%, lo cual parece inalcanzable con las malas noticias de comercio exterior, de industria y de comercio interior.

Los sectores que salvaron a la economía de una contracción mayor durante el trimestre III fueron construcción con 13,7% de crecimiento (-14,3% de edificaciones, pero 31,2% de obras civiles) y minería con 8,8%, impulsada básicamente por petróleo crudo con 11,5% de crecimiento, pero, ojo, cayó el carbón 1,9%. Los que arrastran hacia abajo son industria -5,8%, comercio -4,0 y transporte -2,9%. El sector financiero, que venía aumentando su valor agregado, obtuvo un mediocre 1,1%.

El detalle del crecimiento de las obras civiles se desconoce, pero es observable en ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena con las vías para buses articulados, mientras que los reportes del Ministerio de Transporte son de atrasos considerables en las obras (las “autopistas” de Girardot, Buenaventura y Sogamoso presentan dobles calzaditas interrumpidas continuamente), entregadas a unos contratistas que se ganan nuevas “licitaciones” a pesar de incumplimientos sistemáticos que se devoran nuestros impuestos. Posiblemente en estas obras esté incluido el desarrollo de la mina El Descanso, recientemente otorgada a la Drummond de Alabama.

La mala noticia es que el crecimiento de obras es insostenible en 2010, por el deterioro de los balances fiscales de municipios y departamentos y, peor aún, porque el Gobierno Nacional está generando un déficit muy grande y teme financiarlo con pesos, de tal modo que procura no gastar; se le ocurre vender un trozo de Ecopetrol así, sin ton ni son.

Desde la contabilidad de la demanda, la inversión cae 10,7%, el sector externo neto, que equivale a restar las importaciones de las exportaciones, arroja un negativo de -2,5% que significa un deterioro de la oferta nacional (que cae 3%), mientras que el consumo aumentó 1%.

¿De 2010 qué? Más de lo mismo si no peor, en tanto continúe profundizándose el embargo venezolano y la economía norteamericana no reactive la demanda por nuestras exportaciones, algo que no se ve tan cercano. El crédito no está creciendo, a pesar de la política monetaria semilaxa (tasa interbancaria de interés real de +1,5%), pues la banca está recelosa de la capacidad de pago de sus clientes y éstos tampoco quieren arriesgarse a prestar. Pero bueno: ¡Feliz y próspero año nuevo!

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